La vida es una línea, has dejado atrás el pasado, ahora estas en el presente y por delante esta tu futuro, y aunque esperamos tener una imagen del futuro, no siempre se mantiene la constante en nuestra vida, por el contrario, lo que nunca dejará de pasar son los cambios.
¿Qué hacer frente a los cambios?
Reflexionar sobre tu Zona de Confort, esta es la zona metafórica en la que estas cuando te mueves en un entorno que dominas, en ella las cosas te resultan conocidas y cómodas, sean éstas agradables o no. Por ejemplo, estar atascado en la cola todos los días y enfrentarte al tráfico es estar dentro de tu zona de confort porque es lo que conoces, la relación que mantienes con tus compañeros de trabajo, es estar en la zona de confort, que disfrutes de tu pareja, tus hábitos, tus rutinas, tus actitudes, tus conocimientos y comportamientos son también parte de tu zona de confort.

Alrededor de tu zona de confort esta tu Zona de Aprendizaje, esta es la zona a la que sales para ampliar tu visión del mundo, y lo haces cuando aprendes varios idiomas, viajas a lugares desconocidos, conoces nuevas personas, experimentas nuevas sensaciones, enriqueces tus puntos de vistas y modificas tus hábitos. Es la zona donde podrás observar, comparar y aprender.
Hay personas que esto les apasiona y recurren a la zona de aprendizaje con mucha frecuencia, a otras personas les asusta y para evitarlo se mueven sólo dentro de su zona de confort, salir de ella lo consideran un gran peligro.
Más allá de tu zona de aprendizaje esta la Zona de No Experiencia, aquellos que nunca salen de su zona de confort lo ven como una zona de pánico, no se arriesgan, sus creencias lo limitan y empieza la lluvia de pensamientos y dudas, ¿y sí me sale mal? ¿y sí me equivoco? ¿y sí no puedo?
Te invito a romper el paradigma, y aprovechar la zona de no experiencia como la Zona Mágica, en ella te pueden ocurrir cosa maravillosas que aún no conoces porque aún no has estado allí, es la zona de los grandes retos, y lo más maravilloso es que con ello extiendes tu zona de confort y de aprendizaje.

Cambiar no significa que pierdes lo que tienes, ni lo que eres, sino que añades, el cambio es en realidad desarrollo.
La danza del cambio tendrás que vivirla entre dos ritmos: la tensión emocional y la tensión creativa. La primera tirará de ti hacia tu zona de confort a lo que ya conoces y la segunda te impulsará hacia afuera para avanzar. Lo que es lo mismo retarte a mantenerte motivado frente a tus miedos.
¿Te preguntas cómo puedes hacerlo? Cree en ti, tú eres el protagonista de tu vida, al gestionar correctamente tus miedos crecerá tu autoestima y esto te dará una visión de la realidad llena de oportunidades, así podrás definir mejor tus objetivos, buscar un qué y un para qué.
Luego podrás comparar tu punto de partida, tu presente y plantearte un futuro, te servirá para alcanzar tu sueño confiando en ti y debes entender que tienes mucho que aprovechar de los cambios.
Mantente abierto a experimentar el aprendizaje, bailar un nuevo ritmo y disfrutar de los cambios.
Enlace a la publicación original: http://www.centralmadeirense.com.ve/central-de-bienestar/la-danza-del-cambio/